Por algún motivo, esta pequeña acuarela se volvió incontrolable. Esa base de Amarillo Nápoles se burlaba de mí desde la primera pincelada. Los tintes se sangraban, era imposible agregar detalle. Adiós, maldita. Con un pie en el pedal del basurero recordé algo: la computadora. ¿No se puede salvar cualquier cosa con este aparato mágico? Retoqué algunas cosas, ajusté colores y listo: queda inmortalizada en pixeles. No se ve tan mal gracias a esos minutos. Bienvenida de regreso, maldita.
Problema en resumen: Vean el segundo edificio. El borde del agua.
Algunas correcciones: Las orejas, los ojos, las ondas en el agua. Un poco de blanco digital aquí y allá. A mi gusto, los accidentes se ven bien si hay algo de precisión para compensar.
uou gran descubrimiento, tienes un estilo muy original tio!
ReplyDeletepues yo no veo ningún accidente, estoy ciego o que! todo parece planeado por una inteligencia superior que controla el caos de el universo....
ReplyDeletePatto, quiero compartirte un pequeño escrito, aqui lo pongo...
Somos como ratones, ratones que han construido su propio laberinto, y se han tapado los ojos, caminamos, sin rumbo, sin saber, chocando unos con otros, y con las paredes, la mayoría así, por toda la duracion de una vida, esos son los mas afortunados, otros, pierden sus vendas y deambulan conscientes del laberinto, y enloquecen al no poder salir, otros logran salir, pero olvidan las vendas de sus ojos, y caen por toda la eternidad al vacio infinito, y unos pocos, salen del laberinto, sin vendas, y ven al vacio y se preguntan... ¿porque?
perdon por abusar de tu espacio, solo quiero tu opinion.
saludos
pos postée el original, el feo, el error. no discrimine.
ReplyDeleteahí te dejé algo en mi bló, betteo.
ReplyDeleteay, qué ignorado me siento...
ReplyDelete