"Haunted" / Chuck Palahniuk

Para quien no ubique. Una sola pista: "Fight Club".

Conocer a Chuck Palahniuk basándose solamente en ESA pelicula huele a error. Incluso es peor: huele a las falsas delicias de la padrísima e irrealizable anarquía. "Anar-cool", si pones frases seleccionadas en los labios de un Brad Pitt interactuando con otro carismático actor. No demerito la pieza de Fincher ni el trabajo de todos los involucrados... pero un vaso de Palahniuk se deber beber seco, sin decoraciones. Los siguientes párrafos son para aquellos indecisos. O para los que quieran saber por dónde empezar o por dónde NO empezar a leerlo.

"Haunted/Fantasmas" (Vintage/Mondadori, 2005) es mi primera lectura repetida (primero en español, en inglés mucho después) de cualquiera de su novelas. En varios años he revisado casi todas sus historias y tengo que morderme la lengua para no repetir el mantra magnético de su rollo para introducirlos al show. Son demasiadas ideas, pero en el fondo la misma. Extravagantes, rítmicas, dignas de un siglo que se rompe en pedazos. Como todos los siglos... mientras haya una humanidad inteligente y salvaje en ellos.

¿Cuál es la idea medular? Lean a Chuck o aviéntense a un precipio. Es lo mismo.

Su pluma está hecha para el best-seller. El caso de "Haunted" me recuerda al Stephen King duro. Como el mismo King, tenemos a un escritor tremendamente hábil, sintonizado con su tiempo y con su mercado. Cada palabra y cada evento descrito tiene un gancho esperando atorarse en cualquiera de nuestras hebras al aire. Para que un autor hipnotice a sus millones de lectores, hay que conocer a los lectores y conocer el mundo. Llámese "identificación", llámese "todos entendemos la vida basura", "todos adoramos la vida basura"... o llámese "yo prefiero a Bukowski".

El washingtoniano expone las verdades más atroces de las cosas más triviales. Los secretos del vecino o de la hija. Los anécdotas más inverosímiles. Léase "Stranger than fiction" para comprobar (sin ficción) su semillero de ideas. Es gracioso porque es verídico, es terrible porque pudo ser real... Compárese tangencialmente con Los Simpson para captar lo versados que resultan sus pastelazos. Leche ácida, con Los Simpsons; pus, dinamita, pelo teñido y líquido biliar, en el caso de Palahniuk.

Veintitrés historias cortas entrelazadas a un horrible tronco sádico forman el cuerpo de "Haunted". Sabiendo que será la siguiente adaptación de sus libros a película, creo que basta que el director Koen Mortier plasme una décima parte del libro para que la sala de cine se vacíe en los primeros diez minutos. Cosa que puede afectar a la taquilla, pero nunca mis gustos personales. Y suavizar "Haunted" es quitarle el filo a una gillete. Sencillamente desaparecería el objeto original. Suerte.

Los protagonistas de la novela viven un grado avanzado psicótico de inmortalidad. Se despedazan (retórica y literalmente) para trascender. Cuentan sus historias por turnos en la oscuridad. El espíritu del "Big Brother" en un escenario donde ellos documentan su propia locura y sus delirios de fama. Por eso mismo la lista de horrores sigue creciendo en la medida que pasan los meses de confinamiento: La automutilación, el canibalismo, una suerte de suicidio colectivo... Y el lector atónito recorre las páginas para saber un poco más del secreto de cada uno. Las razones para figurar en ese teatro descabellado, cómicamente abismal. La palabra "paródico" no hace justicia a su peculiar genio.

¿Es posible perder todo el sistema digestivo en un accidente masturbatorio? ¿Qué tan lejos se puede llevar el asesinato? ¿Y la extorsión? ¿En qué orden? ¿Tendrías el valor de cortarte el pene con un cuchillo de carnicero? Y mejor aún, ¿alguién querrá comérselo? ¿Cual de las dos opciones te haría más famoso? ¿Podemos cocinar carne humana en el microondas? ¿Cuánto semen cabe dentro de una figura de látex? ¿Por qué el piso está inundado de agua del retrete, palomitas y huesos de gato? Varios momentos me hicieron cerrar el libro. "Basta, ¿qué sigue? Para esto debe haber una explicación."
Y la hay. Y me gusta.

Pareciera que el gringo de los huevos de oro sólo nos quiere horrorizar: es mucho más que eso. Hagan el intento.

Y luego pasen al otro lado del océano. Visiten a Will Self.