Una lágrima resbala por el costado de mi cara mientras observo la belleza del techo. Ella me lee a Nabokov.
"Me encantan tus colores", me dicen muchos... y frecuentemente.
La felicidad me persigue, me escondo debajo de la cama. Ahí hay arañas, hola viejas amigas. Hagamos una fiesta. Droguémonos.
Tengo diez uñas en las manos. Cuatro de ellas, las más izquierdas, ahora son morado oscuro. Quiero las diez y las diez negras. What a weekend. ¿Es facil encontrar barniz negro?
Nubes de vidrio, aves de alambre. Sol de cebolla, luna de leche. Hoy no tengo color.
Soy lento, soy rápido. Soy obsesivo, soy desapegado. Amo lo que odio, odio lo que amo. Amo lo que amo. Odio lo que odio.
Cambiemos de tema. Esto no es un art-blog. ¿Lo sabían? Es un hemisferio de mi cerebro. Tengo mala memoria, no recuerdo cual es cual y... ¿cuál hace qué?
Isabel desdobla la flor de papel, es paciente. ¿Qué habrá adentro?
Iris. ¿Quién es ella? El Dr. Lacan habla del "objeto perdido". Bingo.
Ariadna y mi laberinto. La combinación es indescriptible.
Quise escribir un cuento. Sobre un hombre que desdibuja. Escribí uno hace meses donde alguien eliminaba el color de una pintura. Pero... este cuento es distinto. Sobre todo porque NO está escrito. Es así: El protagonista desdibuja su sillón. Lo consigue, puf, ahora sólo vemos las marcas de las patas en el suelo polvoso. El mueble ahora sólo existe en su cuaderno de dibujo. Ante su sorpresa, ¡vaya magia!, él decide desdibujar a su casera. O a su jefe. O al verdulero, who cares. ¡Funciona! El hombre, por algún motivo no descrito, resulta ser el primer sospechoso por la desaparición de dichas personas. GOLPEAN a su puerta. Él no sabe manejar la situación. Hace su autorretrato rápidamente. Se desdibuja a sí mismo para escapar; fin de la historia. La policía rompe la puerta, el departamento está vacío. Sólo hay papeles y dibujos.
No hay nada mejor en el mundo que la risa de una mujer.
No hay nada peor que sentirse responsable de un llanto ajeno.
Sé lo que me gusta. Sé lo que me disgusta. Pero no me basta saber eso.... para conocer quien soy en realidad.
"¿Realidad?" Ése sí que es un muy buen chiste.
Soy sincero pero soy amable. Agua y aceite.
Construir y destruir es básicamente lo mismo; depende exclusivamente del sentido de las manecillas del reloj.
Etc.