No es mi azotea, no es mi catedral, tampoco es mi ciudad, pero tampoco es mi vida. Veo los delgados hilos que me sostienen desde el cielo--- no me atrevo a cortarlos.
Yo me puse una borrachera en un bar que da para es lado de la Catedral, no me acuerdo como se llamaba ese lugar...no me acuerdo de nada de ese dia, pero ahi estaba esa iglesiota.
Suenas como una marioneta creyente y agradecida, ¡que la placidez de tu azotea sea contigo!
ReplyDeleteYo me puse una borrachera en un bar que da para es lado de la Catedral, no me acuerdo como se llamaba ese lugar...no me acuerdo de nada de ese dia, pero ahi estaba esa iglesiota.
ReplyDeleteSalu
... el sentido de pertenencia, el extravío, y "su" azotea como marco de la iglesia aquella, que, como todas, pretende ser una "escalera al cielo" ...
ReplyDelete...lindas, las vidas paralelas que desarrollamos a la nuestra propia y diaria...
ReplyDelete¿Será que alguna vez nuestra vida es verdaderamente nuestra? ¿Qué hace que llamemos a una ciudad nuestra, o a un amante, o a un amigo?
ReplyDeleteA veces creo que sólo estoy tomando nota mental de las aventuras de una confundida mujer que todavía se cree niña.
Què hongos.
ReplyDelete¿Ya notaste que ha estado lloviendo duro?
Oigas, sabes, abrìamos de ir.
Aquèl dìa te notabas recontento, menos tìtere de tì mismo, màs humano.
Hombres occidentales, de cabeza y corazòn
se van con las luces
pierden el alma
Androides con
sentimientos
prefieran ser unas ratas.
Chido, nos vamos a hallar.
La onda, sin miedo, sin miedo
còmo aquel dìa, en que eres animal
no humano.
Sos Grande. Y sabes que te respeto.
UTSSS YA ESTAS POR ESTOS LARES ?? jejeje
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