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Comenzaré la videoreseña con el contexto: Estamos en el VideoPato. Por obra de la casualidad, la primera película que rentamos es "The Illusionist" (Neil Burger, 2006). Soy fanfromhell de Paul Giamatti y una película de ilusionistas no suena mal para un martes a la noche. Y Edward Norton (a pesar de Salma y algunos churros) me parece un gran actor.
Corren créditos iniciales. La primera casualidad: música de Philip Glass (pienso que en el peor de los casos puedo cerrar los ojos y aún así pasar un buen rato). Segunda casualidad: basada en un relato de Steven Millhauser. Un escritor que encumbra mi ecléctica lista de autores favoritos. Lástima que casi nadie lo ubique; muy recomendable para los lectores que no buscan adrenalina sino hermosas postales móviles de la vida humana en el siglo XIX/XX. Y no he leído dicho cuento.
La película arranca. La película funciona. La película me atrapa. La película me gusta bastante. Podría NO tener final sopresa y aún así le doy un SOBRESALIENTE. La cinematografía es impecable, desmesurada como sólo los gringos saben, pero sabrosa al fin y al cabo para cualquiera que disfrute de los bombines, las carrozas y la luz incandescente. Hay buen gusto en todos los rincones de Viena y el cast queda a la medida.
Durante un buen rato, "The Illusionist" tiene destellos paranormales, tal vez para satisfacer a ese gran público romántico (como uno). Y al mismo tiempo, los pragmáticos (como uno) quedan más que contentos; al fin y al cabo la magia es explicada como una ciencia. Un arte. Una manera de darle una revolcada al mundo y de salirse con la suya...
Última casualidad: antes de los créditos finales, mientras trato de borrar las lágrimas de nena de mis ojos miopes, veo que el subtitulaje del DVD es de mi querida madre.
"Paren esta masacre".