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Chris Ware no apareció entre mis influencias. Pero mereció un post aparte. Lo mismo puedo decir de Igor Baranko, historietista ucrano (¿ukraniano?). Fuckin’ awesome!
No suelo decir “todos los cómics deberían ser así”, pero leer "The Horde" me pone en ese track de pensamiento. Un último checheno inmortal recorre Europa del Este buscando su tierra prometida (¡ídolo!). Mientras tanto, Ivan Apelsinov, Dictador de Dictadores, busca revivir a Ghengis Khan para dominar de una vez por todas el Oeste. El mundo completo es Asiaeuropa y no necesitamos mejor terreno para la más siniestra aventura balcánica….
Baranko, formidable dibujante, nos transporta a un 2040 repleto de desquiciadas ideas de exiliado: mutantes telequinéticos de Chernobyl, embarazos alienígenas, Newton y Lincoln han sido clonados y deshechados, los lamas en la revolución de octubre, gitanos telépatas, violencia a cuadro, sexo tántrico y pa' acabarla de disfrutar, el cuerpo de Lenin ha desaparecido. "The Horde" son 140 páginas de hechicería cyberpunk a la orden de un stalinismo futurista donde todas las drogas han sido legalizadas y una hipotética fuerza mongola representa el nuevo totalitarismo.
El genial ucrano (¿ukraniano?) puso el número exacto de cartas sobre la mesa; incluso, algunas de ellas están volteadas (me encantan las historias intencionalmente incompletas). Es más, si lo leemos de corrido tiene el timing y la duración de una película. Tony Sandoval dijo “Es como leer Hellboy”. Difiero: es mejor.
Conocí el trabajo de Baranko gracias a Bachan y creo que fue el descubrimiento más sabroso del 2006. No se pierdan también “Scaggy the Lost”, crónica caricaturesca de un vikingo en América precolombina. ¿Entienden mi punto? Todos los cómics deberían ser así…