
Ahora, "Stan" monta su (segundo) acto más grande jamás realizado: Su Resucitación.
Cavó durante largo tiempo la ruta de regreso, el féretro quedó enterrado de punta, creía no lograrlo, su pequeña pala tiene un límite. Pero hoy llega puntual a la cita. No ha perdido la gorra de EuroDisney. Se siente exacto en el calendario, lleno de vida, ganoso de un tequila donramón.
¿Y qué asuntos lo traen por acá a usted, principito de las tinieblas? Los festejos del Bicentenario. Faltaba más.
¡eeeeeeeeee, que viva Stanley, salió bien fresco y como si nada de la tumba. De botas y todo. Danke pato!
ReplyDelete...quen lo viera tan nacionalista y simpaticón mi estimado Stanley, je je...
ReplyDelete